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miércoles, 13 de abril de 2011

¿COMO GERENCIO MI EMPRESA?


El mundo empresarial en la actualidad está inmerso en un mar de complejidades, lo cual en muchas ocasiones, representa un verdadero reto herculano poder sacar adelante y con éxito su empresa. A pesar de ello, existe determinados factores que contribuyen a desarrollar una cultura organizacional estable y segura para que su empresa se enfoque en un comportamiento que garantice, en cierta medida, una gestión empresarial apegada a las mejores prácticas organizacionales, entre ellas podemos distinguir las siguientes: Establezca un rumbo retador pero razonablemente alcanzable: Asegúrese tener claro el rumbo que desea para su organización. Establezca por escrito y publique el planteamiento estratégico organizacional en términos alcanzables a mediano y largo plazo. Una empresa que carezca de esta visión suele perder el rumbo fácilmente causando frustración y agotamiento en los integrantes de la empresa. Organice estructural y estratégicamente funciones: Permita que su empresa goce de buena salud organizando estratégicamente las funciones de manera que exista claridad en funciones, lo cual redundará en mejor utilización del valor humano y los clientes notarán un clima agradable y profesional en las actividades que se ejercen en la empresa. Adicionalmente la empresa responderá más fácilmente a las exigencias gubernamentales en términos contables, fiscales y de seguridad laboral y ambiental. Empodere su gente: Otorgue a su gente la posibilidad de desarrollar su potencial profesional y laboral para ejercer sus funciones, claro está, si conoce a su gente lo más probable es que conozca sus fortalezas y áreas de mejora, lo cual servirá para desarrollar el potencial que existe en ellos y obtendrá mejores resultados en las funciones que ejerza cada quien. Al delegar y confiar en su personal a Usted le quedará más tiempo para los grandes negocios. Dé el ejemplo: Si desea que su personal dé lo mejor, empiece por dar lo mejor de sí como persona y como empresario, modele su conducta y sus empleados lo emularán otorgándole satisfacción de poder tener lo que tiene. Cumpla con las regulaciones gubernamentales: El entorno económico y laboral se ha visto cada vez más regulado por leyes y providencias, sin embargo, su cumplimiento no es difícil cuando se está organizado y se tiene conciencia empresarial. Al cumplir con los deberes formales gubernamentales su empresa respirará mejor. Asuma conciencia de servicio: Toda empresa presta un servicio en variadas medidas, aborde con entusiasmo el ejercicio de servir a sus clientes con profesionalismo sin importar el tamaño de su empresa y la medida de su negocio, los clientes suelen ser fieles al buen trato. Tal vez no sean todos, sin embargo, son algunos de los factores más importantes que de seguro otorgan a las empresas que la practican rasgos diferenciadores que la elevan a una dimensión mucho más productiva y generadora de satisfacción para quienes la integran y se relacionan con ella.

Por: Concepción Sira López
Abril, 2011

miércoles, 2 de febrero de 2011

Ética y Gerencia

Sobre el tema de la ética en la gerencia hay mucho que decir. Quiero hacer referencia en esta oportunidad a un articulo publicado recientemente por prensa regional con titulo "Nuestro pobre individualismo" por Juan Carlos Aptiz, donde señala el individualismo anárquico el cual se centra en los deseos personales y los derechos individuales sin tomar en cuanta las obligaciones y deberes ciudadanos. Creo oportuno, a propósito del momento histórico donde nos encontramos, destacar un desbordamiento incontrolado y abusivo del YO el cual hace su peor función en nuestra sociedad. Sin embargo, mi intención es ubicar en el plano gerencial esta conducta o manifestación espontanea del súper-ego de muchas personas que tienen bajo su responsabilidad el futuro familiar, profesional y personal de muchas tantas otras, sin menospreciar los recursos financieros y materiales.


Así mismo cuando observamos el papel de la responsabilidad social, como un ejercicio praxológico que responde al plano de lo ético, me ubico en lo que Víctor Guedez menciona sobre la característica principal de nuestro contexto el cual se expresa como un momento de indiferencia e indiferenciación, en donde la indiferencia por el otro se hace evidente y la indiferenciación en no saber que es bueno y que es malo.


Esto me trae a pensar sobre la responsabilidad que posee el papel del gerente en la sociedad, su influencia e impacto y el ejercicio de ese súper-ego del cual muchos son victimas. El gerente en su actuación debe hacer uso de habilidades que le permitan accionar hacia una búsqueda de soluciones, resultados positivos y métodos de trabajo eficientes y efectivos, sin embargo, me pregunto, realmente estos se hace?, el gerente Venezolano aborda con criterio sus funciones?, siempre se escribe sobre lo que se quiere, sobre la dotación mínima que debe poseer un gerente, sobre los gerentes exitosos, sería interesante abrir un espacio para tratar este tema, por una simple razón, las organizaciones constituyen un ámbito para la concentración no solo de conocimiento y generación de riquezas, sino de educación y la educación es un proceso donde se transmite también valores y costumbres.


En ese sentido, pareciera entonces que inexorablemente el pragmatismo exacerbado determina la gerencia, y en ese caudal de circunstancias complejas tendentes a lograr una meta, objetivo o deseo, el gerente se ve envuelto en una suerte de gestor por complacencia, mas que un administrador calificado, lo cual otorga al gerente un bastión transformacional en su ámbito de influencia. De allí que no hace falta entonces que tal administrador calificado haga acto de presencia, la inmediatez con que las transacciones comerciales se desarrollan no dejan cabida para la reflexión, para la duda, para la búsqueda de métodos mas cónsonos con un contexto mucho mas humano, mas sensible al otro, mucho mas clemente con el ambiente y con la sociedad. Se rompen ciertas reglas éticas y con el tiempo se asumen como validas. El pragmatismo exacerbado indica que no importan los medios, importa el fin.


La inmediatez, la urgencia y la necesidad de cumplir las metas, transforman al hombre (trabajador) en un ser autómata, una maquina que debe generar resultados y más resultados, sopena de quedar rezagado en una especie de limbo empresarial, en el olvido e indiferencia de la gerencia, detrás del dedo acusador del líder exitoso que anota en lista negra los desaciertos para pasar factura mas tarde. Sin lugar a dudas, dicha práctica sugiere una exclusión que genera cansancio por agotamiento mental y físico, y esa permanente competencia deriva en lo que el Profesor Dr. Ibar Varas apunta como insolidaridad e individualismo.


Insolidaridad e individualismo, anti valor social con la que debe lidiar la gerencia y transformarla positivamente para canalizar esfuerzos, sin embargo, pareciera que hoy mas que nunca es su mejor aliada, ciertamente no totalmente, pero si generalizada. El gerente hoy más que nunca se cuida de ese pobre individualismo del que mencionamos al principio y termina sumido en su propio individualismo mas grave aún, generador de angustias, miedos, fracasos, desatinos gerenciales y administrativos, de procesos, financieros, entre otros, lo cual podría tener su causa en un comportamiento consciente expresado por temores e incapacidades que conllevan al gerente a no poder estructurar las funciones básicas de la administración y de la gerencia.


Tema este que pareciera poder ser tratado desde el punto de vista ético, desde lo axiológico cuando se trasgrede los valores fundamentales para el buen vivir y deontológico cuando no se ejercen funciones esenciales, esto si vemos el ejercicio gerencial como una profesión relevante y transformacional en el ámbito de lo social.


Pienso que el tema de la responsabilidad social, la gerencia la ha limitado a ciertos aspectos que tienen que ver con el ornamento de los espacios cercanos a las organizaciones, en la coordinación de deportes, en la contratación de personal discapacitado, esto va muy bien, toda vez que algunas de ellas se encuentran normadas gubernamentalmente, pero la responsabilidad social debe ir mas allá, el desenvolvimiento y ejecución de la gerencia en el trato y consideración de la gente que dinamiza y da vida a las organizaciones, lógicamente que para que esto suceda debe observarse un desempeño de ambas partes (Empresa-Trabajador). En fin, en la construcción de un contexto idóneo, en los lugares donde se labora se pasa la mayor parte del tiempo, entonces, por que no hacer del lugar de trabajo un ambiente humanizado?, por que no hacer de las relaciones humanas una oportunidad para la interacción sincera y abierta a la fraternidad?, por que no hacer de los equipos de trabajo, familias?, por que no dar la oportunidad al aprendizaje constante y no a la indiferencia y consecuente despido, podríamos enumerarlas si quisiéramos, pero creo que la idea queda clara.


La responsabilidad social empresarial es una excelente respuesta para atacar desde la ética el individualismo e insolidaridad, así como otros aspectos contrarios al buen y mucho mas conveniente ejercicio de la gerencia, sin embargo, debe reflexionarse aún mas, debe mirarse desde una óptica humana, debe accionarse desde la sinceridad, desde la aceptación y reconocimiento de las condiciones del otro, creo que es una tarea un poco difícil pero no imposible. Es una responsabilidad primaria que tiene el gerente la cual que se ha ido fraguando con el tiempo, responsabilidad que queda subyugada a la complejidad material de nuestros días, la cual es preciso y posible recuperar por el bien de la humanidad.

miércoles, 12 de enero de 2011

Ciencia, método y filosofía (Bunge)


Mario Bunge, en su obra la cual incluye tres ensayos tendentes a descifrar el contenido filosófico de la ciencia, se encuentran algunos aspectos de significancia interesante toda vez que se refiere al método de la ciencia desde el punto de vista filosófico.


Esta tendencia deriva del hecho de que el autor se sitúa en la intersección de la filosofía con la ciencia y abarca la filosofía general así como aplicada, sin eludir consideraciones sobre la filosofía de la lógica y la matemática como fundamento no solo del quehacer científico sino también filosófico.


Bunge ha mantenido una postura contraria a las pseudociencias, entre las que incluye al psicoanálisis y la homeopatía, además crítica duramente las corrientes filosóficas como el existencialismo, incluyendo a filósofos como Martin Heidegger y Edmund Husserl, el posmodernismo, la hermenéutica y el feminismo filosófico.


Esta postura del autor debe encontrar su razón en el hecho de ser un físico matemático, su doctorado es del área de las ciencias físico-matemáticas, lo cual le da un carácter cuantitativo en sus investigaciones.


La ciencia, su método y filosofía, es una obra interesante que aborda aspectos tales como la diferencia entre ciencia formal y ciencia fáctica, en donde ofrece una clara visión acerca de la función de cada una. En ese sentido, la lógica y la matemática, se ocupan de inventar entes formales y sus relaciones entre ambas, llamándose entonces ciencias formales. Sin embargo, estas ciencias formales, interpretadas por la lógica y la matemática, son racionales, sistemáticos y pueden ser verificables.


Sobre este particular Bunge (1978), manifiesta lo siguiente:


Así es como la física, la química, la fisiología, la psicología, la economía y las demás ciencias recurren a la matemática, empleándola como herramienta para realizar la mas precisa reconstrucción de las complejas relaciones que se encuentran entre los hechos y entre los diversos aspectos de los hechos; dichas ciencias no identifican las formas ideales con los objetos concretos, sino que interpretan las primeras en términos de hechos y de experiencias (o, lo que es equivalente, formalizan enunciados facticos). (p. 9).


Esta es una característica propia del acontecer científico dirigido a las soluciones de tipo ideal ya que tanto la lógica como la matemática tratan de entes ideales dado que solo existen en la mente humana, no obstante, establece un contacto con la realidad a través del puente del lenguaje, tanto ordinario como científico.


Entre tanto, las ciencias fácticas miran las cosas y siempre que sea posible, procuran influir en ellas para generar un cambio a favor de un interés científico racional para observar en que medida sus hipótesis se acercan a los hechos.


En ese sentido, Bunge concluye sobre las ciencias fácticas, apuntando lo siguiente: “En resumidas cuentas, la coherencia es necesaria pero no suficiente en el campo de las ciencias de los hechos: para afirmar que un enunciado es (probablemente) verdadero se requieren empíricos (proposiciones acerca de observaciones y experimentos)” (p. 13).


Para Bunge, la ciencia posee dos vertientes a considerar dado la naturaleza de la investigación, uno el mundo de las matemáticas y la lógica, si la investigación requiere de demostración o prueba de los hechos, lo cual otorga un carácter formal a la investigación. Y dos, la verificación mediante el empirismo o experiencia observados en los hechos, lo cual otorga a la investigación un carácter de ciencia empírica, al tratar de confirmar o no los hechos.


Ahora bien, es importante resaltar que la naturaleza de la ciencia y su método impiden la confirmación final de una proposición o hipótesis fácticas. Solo existe una provisionalidad sobre la misma, tema ampliamente desarrollado por Karl Popper, en su trabajo La lógica de la investigación científica, así como lo ha sostenido igualmente la comunidad científica.


Entonces, mientras la las teorías o ciencias formales pueden convertirse en teorías validas y perfectas, seguras de su validez perdurable en el tiempo, los empíricos o facticos, relativos a los hechos son defectuosos, cumpliendo así la condición necesaria para ser refutados, lo que Popper llama falsación. Mediante la falsación o refutación, se van obteniendo nuevas y más acabadas hipótesis, perfectibles en el tiempo.


Sin embargo, Bunge se detiene un poco más a examinar detenidamente las ciencias fácticas y propone una serie de características las cuales son observadas de cerca por los investigadores que consiguen en el empirismo las respuestas a los fenómenos que interesan verificar o confirmar.


Dichas características es preciso señalar dado que las mismas recogen los avances o conceptos de ciencia que a lo largo del siglo XIX y XX muchos autores de la materia filosófica han tratado de introducir con el objeto de acercarse cada vez mas al concepto de ciencia, como se llega a ella, y como puede ser valida para la sociedad.


Sin embargo, la idea de este ensayo es la de presentarlas someramente, puesto que no es menester su profundización, pero representa un aporte que el autor otorga a los que se inician en el mundo científico como un camino interesante para poder ubicarse en el contexto actual de la ciencia y la necesidad de conocer como acercarse a ella. Entonces, las mismas se enumeran seguidamente:


1. El conocimiento científico es factico: la ciencia se propone describir los hechos tal cual se dan. Los datos arrojados son empíricos.


2. El conocimiento científico trasciende los hechos: el descubrir los hechos, es el trampolín para descubrir nuevos y así sucesivamente.


3. La ciencia es analítica: la ciencia trata de descomponer los hechos en todas las partes posibles para entender la totalidad de sus componentes.


4. La investigación científica es especializada: trata de estrechar la visión del investigador.


5. El conocimiento científico es claro y preciso: ante lo vasto de los problemas a investigar, sus resultados son claros, al contrario del conocimiento ordinario.


6. El conocimiento científico es verificable: su disposición ha ser verificado, falseado o refutado.


7. La investigación científica es metódica: es absolutamente planeada, debe responder a un método.


8. El conocimiento científico es sistemático: debe comprender un sistema de información coherente, conectado lógicamente.


9. El conocimiento científico es comunicable: por ser de interés para una sociedad, debe estar dirigida a ella.


10. El conocimiento científico es general: al estudiar aspectos particulares, los transforma en modelos generales.


11. El conocimiento científico es legal: los modelos generales se llaman leyes, bien sean naturales o sociales.


12. La ciencia es explicativa: para llegar a ser general y legal, lo hace a través de la explicación de las leyes y estas a su vez en principios, las cuales no son finales ni terminadas.


13. El conocimiento científico es predictivo: en su búsqueda de la verdad trata de explicar como puede haber sido el pasado y como puede ser el futuro. Sin embargo, es más perfectible que infalible.


14. La ciencia es abierta: no tiene barreras que la limiten.


15. La ciencia es útil: dado que busca la verdad, usada tanto para el bien como para el mal.


Por todo lo anterior, Bunge trata de justificar la existencia de la ciencia y su finalidad para la sociedad. Distinción necesaria para conjugar el sentido de la misma y su aplicabilidad en términos prácticos para la sociedad.


Otro aspecto importante el cual merece ser expuesto es el del método de la ciencia, Bunge plantea de primera mano que para hacer ciencia debe aplicarse un método, sin embargo, el método se ajustara en la medida y naturaleza de la investigación, por lo que en primera instancia la composición de un criterio debe ser importante para la organización del estudio científico.


En ese sentido, propone igualmente que lo que realmente caracteriza el conocimiento científico es su verificabilidad (conformado o disconformado), en relación a las ciencias fácticas.


A este respecto Bunge (Ob. Cit.), menciona lo siguiente:


Obsérvese que no pretendemos que el conocimiento científico, por contraste con el ordinario, el tecnológico o el filosófico, sea verdadero. Ciertamente lo es con frecuencia, y siempre intenta serlo mas y mas. Pero la veracidad, que es un objetivo, no caracteriza el conocimiento científico de manera tan equivoca como el modo, medio o método por el cual la investigación científica plantea problemas y pone a prueba las soluciones propuestas. (p. 46).


Entonces, lo que el autor propone es que para que la ciencia sea considerada como conocimiento científico, es importante que llegue a la verdad, pero lo más contundente y lo que se debe demostrar, es como se llego a esa verdad, enumerando las operaciones empíricas o racionales, verificándolas de manera objetiva y mediante la medición.


Ahora bien, el tema de la veracidad o verificación es necesario revisarla dado que existen afirmaciones o proposiciones que se pueden verificar y otras que no. Para el caso de las afirmaciones nominales y las que tienen que ver con los fenómenos sobrenaturales son inverificables ya que las mismas trascienden todo cuanto esta al alcance para desarrollar su verificación, además por que no se cuenta con un método mediante el cual se pueda saber el valor de verdad.


En cambio cuando un enunciado es verificable y posee un alto grado de generalidad, se le llama hipótesis científica. Son precisamente las hipótesis verificables las que comprenden las teorías científicas.


Para Bunge, las hipótesis son enunciados facticos susceptibles de ser verificados, que de acuerdo con Comte-Sponville (2003), la hipótesis “Es una suposición, incluida normalmente en el interior de un desarrollo demostrativo o experimental: una idea que se admite provisionalmente como verdadera, a fin de deducir sus consecuencias y, llegado el caso, confirmar o invalidar su verdad”. (p. 254).


De allí que, existen maneras o métodos de llegar a hipótesis y una de ellas es por la vía inductiva, la cual se da sobre la base de observaciones de casos particulares. El científico también puede llegar a hipótesis por la vía deductiva o por analogía. Por ello la ciencia es metódica, sin embargo, existen reglas que facilitan la invención científica así como la formulación de las hipótesis.


A pesar de las vías enunciadas anteriormente, pueden sumársele otras las cueles podrían ser propias del investigador, pero lo que si es de indudable aplicación es el requisito de verificabilidad, es decir, la revisión minuciosa y exhaustiva del método utilizado para llegar a la hipótesis.


Ahora bien, ¿en que se apoya una hipótesis científica?, plantea Bunge, para las ciencias fácticas, que dichas hipótesis no solo se sostienen en el hecho científico, sino también de lo extracientifico como los racionales, en este caso lo psicológico y cultural.


Las mismas forman parte de teorías científicas o tienden a ser parte de ellas, y mientras mas confirmadas estén, mayor será la precisión con que reconstruye los hechos. Esto otorgara a las hipótesis una mayor relevancia y afianzara la creencia en ella, lo cual ayudaría a explorar nuevos territorios o los mismos pero en mayor profundidad.


Lo psicológico, como carácter extracientifico, que apoyaría las hipótesis, es lo que influye sobre la elección de las suposiciones y le otorga el valor que estas deberían tener de acuerdo a los intereses de cada investigador.


En cuanto a lo cultural, relativo a las hipótesis fácticas, se refiere a la compatibilidad con ciertas y determinadas concepciones del mundo. Esto generalmente obedece a intereses propios de la episteme del contexto o lugar donde se desarrollan los hechos.


Dado lo anterior, y como consecuencia de las mas y mayores presiones del entorno científico, se hace necesario que el científico sea una persona culta y conocedora de las fuerzas psicológicas y culturales que interactúan en las ciencias fácticas, a fin de formular, elegir o investigar y dar credibilidad a las hipótesis que desarrolla.


Ante estos hechos, el investigador científico de orden factico, debe coincidir en que uno de los objetivos la ciencia es la demostración de hipótesis las cuales requieren comprobar su validez, en donde el método hipotético deductivo es la manera mas apropiada para determinar dicha validez. Popper, establece que las hipótesis solo son científicas, solo si pueden ser objeto de verificación, en la medida de que puedan someterse a la experiencia.


La obra de Bunge, revisada en este ensayo, es una referencia para el científico que pretenda realizar estudios de orden factico, al observar como suceden los hechos, sus causas y posibles consecuencias. Su integración al paradigma cualitativo, hace posible el estudio y análisis del comportamiento humano en las organizaciones, tema por tratar en el ámbito de los estudios gerenciales.


El hombre, en su necesidad por desarrollar mejores practicas que satisfaga una mayor productividad, ejercerá influencia sobre otros que desarrollan actividades para satisfacer necesidades económicas, tal es el caso de la organizaciones empresariales, las cuales tienen como finalidad la de producir bienes y servicios para satisfacer necesidades. Sin embargo, esta actividad que deviene de una sociedad netamente capitalista, debe ser comprendida, analizada y contextualizada en un nuevo orden que propugne una mejor manera de relacionarse con el sujeto y el objeto, en este caso, con sus iguales y con el medio que lo rodea, a favor de todos.


Esta integralidad de conceptos abstractos, pero con una preponderancia en el ser humano, puede ser vista y desarrollada con el método científico, vista desde la óptica del bien y no del mal, como hasta ahora se ha visto en muchos campos de la ciencia.


Por ello, Bunge, invita a que se conozca la ciencia, su método y filosofía, ya que es preferible abordar la ciencia conociendo las presiones del bien y el mal como parte real del mundo existente, obligando así al investigador a tomar partido de esa situación.





REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


Bunge, M. (1978). La ciencia, su método y filosofía. Buenos Aires. Siglo XX.


Comte-Sponville, A. (2003). Diccionario Filosófico. España. Paidos.


Popper, K. (1982). La lógica de la investigación científica. Madrid, Técnos.

Sobre La Nueva Ciencia



A propósito de la obra de Martínez “El Paradigma Emergente”, vale la pena abordar sus ideas a fin de esclarecer algunas interrogantes, desde el punto de vista filosófico y epistemológico, ampliamente abordado por dicho autor. Así mismo, el momento es preciso para una aproximación que contenga elementos interesantes de discusión y que de alguna manera señale caminos que alberguen nociones sobre el momento histórico por el cual atraviesa la humanidad en su contexto científico investigativo.


Tal es el caso de la necesidad de abordar un nuevo paradigma que justifique la existencia de métodos de investigación que involucren tendencias humanísticas, y satisfaga la necesidad de conocimiento a fin de seguir evolucionando como seres humanos racionales que necesitan respuestas direccionadas a verdades cada día más generalizadoras, tal como lo señala Wilber, verdades que permitan llegar a acuerdos entre enfoques diversos, que corresponda a una visión mas general, global e integral de las cosas.


En este orden de ideas, el trabajo de Martínez se ve reflejado en su obra, la cual abre un abanico de conceptos los cuales podrían servir de base a las nuevas generaciones para el logro de tales verdades.


En ese sentido, ¿como fundamenta Martínez tal necesidad de enfocar un nuevo paradigma que permita a las nuevas sociedades hacer mejor uso de la ciencia?


Para Martínez la actual época por la que atraviesa el ser humano se encuentra en una crisis de fundamentos científicos, aunado el del filosófico también, generando así una crisis de fundamento de pensamiento. Este vacio epistémico, obliga la imperiosa tarea de precisar con sentido crítico una visión diferente sobre el conocimiento del mundo.


El hombre en su necesidad de comprender las cosas, mas allá de lo palpable, requiere entender la realidad de acuerdo a la complejidad del objeto, no sin haber pasado por un proceso de verificación y sustentación de lo real, a través del método científico, Martínez (2006) menciona la posición de la ciencia en cuanto a su validez en el tiempo y su paso a otros estadios del saber y comprender:


En los últimos tiempos –desde 1790, cuando comenzó la edad de la razón- la ciencia adquirió un cierto predominio, dado su nivel de adecuación con el mundo concreto, tangible y manipulable que ha constituido el mayor centro de interés del hombre de los siglos XIX y XX. Sin embrago, la ciencia no puede –debido a las limitaciones que le impone su propia naturaleza- estudiar y resolver muchos problemas de gran importancia para la vida humana, como tampoco puede verificar o justificar “científicamente” las bases o los supuestos en que se apoya: una teoría científica no dispone de la capacidad reflexiva para autocriticarse en su naturaleza y fundamentos. (p. 18).


Tal aseveración manifiesta, establece que la ciencia no es capaz de autocriticarse o autoevaluarse, lo cual la llevaría a su propia revisión y su ulterior adaptación, esto, sin que haya pasado por un proceso imperioso de aceptación en la comunidad científica sobre la refutación, de la que habla Popper, sobre la vigencia del conocimiento imperante.


Esta situación particular hace necesaria la inclusión de una nueva manera de observar el contexto y su relación con el sujeto, dado que el actual mundo se caracteriza por la interrelación de fenómenos físicos, biológicos, psicosociales, ambientales, sociales, que afectan la relación sujeto-objeto y define los resultados de dicha relación.


De tal manera que el concepto mecanicista de concebir las cosas y su medición de acuerdo a una escala estadística debe quedar para aquellas situaciones que realmente sean validas, tal es el caso de las investigaciones en el campo de la física, las matemáticas, etc., y abordar un nuevo modelo paradigmático que permita llegar a las causas de los fenómenos mas que a las consecuencias.


Por otro lado, Martínez sostiene que un nuevo paradigma seria de gran utilidad para avanzar científicamente a la evolución del ser humano como ser pensante que utiliza la razón como su mayor virtud, tal paradigma respondería a una perspectiva mas amplia, holística y ecológica, lo cual cambiaria la forma de pensar, percibir y valorar (Martínez, p. 20).


Ciertamente que la ciencia, desde la concepción de saberes hasta la estructuración de conocimiento, ha sido de utilidad para la comprensión del mundo y ha permitido colocar al hombre en un plano distinto al de hace 500 o 1000 años en su relación con su capacidad de pensar, sin embargo, la utilización del método científico en todos los campos que se relacionan con el hombre y su contexto, ha anulado o hecho a un lado cuestiones que tienen que ver con esa capacidad de transcender lo material, abarcando otras realidades que también forman parte del día a día del hombre y que constituye esencia de su ser.


A este respecto, se dirigió Einstein al decir que la ciencia más que buscar el orden de las cosas, busca aquellos aspectos que en su conjunto conforman la belleza, la simetría, la armonía y la elegancia. De allí que el pensamiento filosófico ha usado como lema: “Lo verdadero, lo bueno y lo bello convergen”.


Entonces, surge la necesidad histórica de que el hombre dirija sus esfuerzos por abordar de manera distinta las relaciones del hombre con su medio, -relación sujeto objeto- en un plano que permita integrar aquellas variables que de alguna manera convergen sistemática y ecológicamente.


Este modo de pensar es lo que Martínez llama paradigma emergente, es decir abordar una ciencia de orden universal, interdisciplinaria e integradora.


Hasta ahora se tiene un basamento histórico que descubre la necesidad de un nuevo paradigma, el cual permitirá una visión del kosmos de manera integral, en donde confluyen distintas disciplinas de validez universal, la pregunta es ¿como podría sentarse las bases de tal forma de ver el mundo?


Pareciera no ser sencillo y de hecho no lo es, según Martínez (Ob. Cit.) cita lo siguiente: Podríamos decir que los criterios para valorar los aspectos más significativos de un posible paradigma universal serán aquellos que mejor nos ayuden a superar las antinomias –refiriéndose a lo que a su juicio son fundamentales: sujeto/objeto, lenguaje/realidad, partes/todo, filosofía/ciencia y libertad/necesidad-, que nos ayuden a realizar un cambio en la estructura y el proceso de nuestro pensamiento. (p. 125).


Estas antinomias representan ciertos conflictos cognitivos que realmente podrían bloquear el desarrollo del conocimiento, sin embargo, impulsan de alguna manera a conocer.


Es por ello que al referirse al viejo paradigma newtoniano-cartesiano, el cual incurre en un error epistemológico al no valorar los vínculos de interdependencia que constituyen una entidad y sus nexos con diferentes realidades. Estos vínculos y nexos, según Martínez, vienen a ser la base para la formulación de un nuevo paradigma.


La tendencia al orden de los sistemas abiertos, en la teoría de las estructuras disipativas desarrollado por Pregonine, representa para Martínez un elemento fundamental para la fundamentación cognitiva de un nuevo paradigma, dado que, “...nos pone ante el hecho cotidiano de la emergencia de lo nuevo y de lo imprevisto como fuentes de nueva coherencia”. (Martínez 2006, p. 156).


Tal coherencia es objeto de análisis y estructuración de conocimientos que emergen de nuevos conceptos del mundo.


La ontología sistémica y la utilización del método hermenéutico, para desarrollar la comprensión del comportamiento humano; el conocimiento personal, que descubre los valores del sujeto y su relación con el objeto en la conceptualización de realidades complejas; la metacomunicación y la autoreferencia, la cual caracteriza al ser humano en por su poder de critica y su capacidad para comunicar tal discernimiento, y por ultimo el principio de complementariedad, la cual trata coherente y lógicamente diferentes percepciones de diferentes disciplinas, son instrumentos que cimientan las bases para el debate y la discusión, lo cual ocupa al referido autor.


En tal sentido, la necesidad de estar preparados para adoptar cambios en los fundamentos científicos, se hace inminente, lo cual servirá para ampliar el concepto de ciencia y su ámbito.


Entonces, ¿es posible hoy en día observar evidencias que denoten una dirección en ese sentido?


Para Martínez las condiciones están dadas, a pesar de que buena parte del siglo XX los científicos mantenían la influencia del modelo mecanicista, lo cual afecto a todas las ramas del conocimiento. Sin embargo, la ciencia para que sea ciencia contiene la semilla de la duda, al permitir la refutabilidad de sus conceptos y teorías cuando estos son puestos a prueba a fin de alcanzar nuevos descubrimientos que albergan un paso más en el escalafón del conocimiento.


Por ello ramas como la física, la biología, la medicina, la psicología y la economía, han experimentado reacciones sobre la visión sobre un paradigma emergente, el cual evidencia la necesidad de evolucionar a otro estadio del conocimiento accediendo a la interdisciplinariedad como requisito para la transformación de la visión del mundo a través de la integración holística a fin de acceder a una visión de la realidad que admita su comprensión basado en relaciones y dependencias reciprocas de todos los fenómenos involucrados.


En ese sentido, Martínez señala que a pesar de todo aun no se tiene una claridad sobre el tema y bastante lejos de un consenso que definan las características sobre un nuevo paradigma. Sitúa la actual realidad en una época postmoderna dado que la actual ha ido perdiendo confianza en la razón, fundamental en modernidad, puesto que los autores que acarician una tendencia postmoderna pretenden poseer un sistema unificador del conocimiento de la realidad.


Esta pérdida de confianza o incertidumbre sobre la razón como fuente primaria que sustenta el conocimiento, señala sus razones en dos limitantes que influyen notablemente: la gran duda sobre la realidad del mundo y cierta inseguridad ante los datos de los sentidos y la razón. Martínez señala abiertamente en su obra que tal incertidumbre encuentra su sentido, dependiendo del autor, en la supresión de la razón critica, la supresión de los fundamentos y el dialogo-comunicación.


Ahora bien, algunos autores como D. Bell, P. Berger, M. Novak R. Nisbet y otros, han hecho grandes esfuerzos en dar argumentos importantes para que la razón vuelva ha ser la guía indispensable para vía al conocimiento. Ello es así dado que la religión ha ido perdiendo influencia en la sociedad actual, la cual representaba el sostén de las dimensiones normativas y morales de la sociedad, representando en estos autores un gran interés por volver a los viejos esquemas de concepción del mundo.


Es interesante observar como otros autores, tales como Kant y Weber, realizan lo mismo pero de forma inversa, es decir, ante la pérdida de la influencia de la religión y su consiguiente separación de las diferentes dimensiones de la razón, intentan reintegrar en sus obras elementos que van mas allá de lo mero material como la ética y el arte, sin embargo, esto requiere que estén dadas las condiciones en un contexto donde se desenvuelva un nuevo modelo o paradigma de la racionalidad.


En cuanto a la supresión de los fundamentos, los postmodernos adoptan una posición radical debido a que ante la inseguridad y la incertidumbre de la razón, se pierde el horizonte y el sentido de las realidades, constituyendo así una falta de significado de todo, por el hecho de no tener contexto ni marco de referencia conceptual.


Los autores postmodernos discrepan de los modernos, en cuanto que una de sus intensiones es la de restablecer, mediante unos criterios mínimos y sustentando sus discursos teoricopracticos en los campos de la ciencia, en la recuperación de la fuerza de creadora de la razón y el poder de integración social perdido por la tradición religiosa.


En esa dirección los postmodernistas, en su intento por refutar el regreso a la era de la ilustración, manifiestan que la utilización del dialogo de argumentaciones para llegar a un consenso acerca de la verdad de una afirmación, revela lo que Martínez llama “estructura racional fundamental”, en los seres humanos, lo cual refleja concordancia con la sociedad moderna.


Estas razones, las cuales forman parte de una lista interesante de argumentaciones, representan para los postmodernistas un discurso valioso, dado en su sensibilidad cuestionadora y su crítica ante las más grandes y significativas propuestas no realizadas por la postmodernidad. Esto deja al descubierto el concepto de realidad y su inagotable variedad de concebirla, dando a la mente humana la capacidad y potencialidad para abordarla.


Dado lo anterior y para efecto de los estudios gerenciales, es valida cualquier argumentación que señale la necesidad de la búsqueda de la verdad y el surgimiento de un nuevo paradigma que abarque el campo humanista, que justifique la comprensión sistemática del comportamiento humano en su afán de buscar soluciones a situaciones planteadas en el contexto económico social. Por ello, la búsqueda de un paradigma emergente, seria de interés inconmensurable en el campo gerencial, dado la actual crisis de valores éticos y morales que afectan el mundo de los negocios y sus implicaciones morales en la sociedad.






REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS


Kant, E., (1973). Critica de la razón pura. Buenos Aires. Losada.


Martínez, M. (2006), El paradigma emergente. Hacia una nueva teoría de la racionalidad científica. México. Editorial Trillas.


Popper, K., (1973). La Lógica de la investigación científica. Madrid, España. Tecnos.


Weber, M., (1969). La ética protestante y el espíritu del capitalismo. Barcelona. Península.


Wilber, K., (1987). El paradigma holográfico: una exploración en las fronteras de la ciencia. Barcelona. Kairos.


¿Como entendemos el mundo gerencial y administrativo de hoy en dia?



¿Como entendemos el mundo gerencial y administrativo de hoy en día?, ¿a que debemos que aquellas actividades del ser humano que le permitió satisfacer necesidades y que inicio con el canje de una cosa por otra, nos permita integrarnos en una interminable red financiera y comercial, en una sociedad donde cada día se hace necesario la especialización, a fin de integrarnos a un todo que denominamos “economía global”?
Son muchos los filósofos, eruditos, sofistas e intelectuales que han penetrado a lo más profundo de las razones y circunstancias que dan inicio al devenir del ser humano y al contexto que lo rodea. No en vano desde Descartes, Platón, Heráclito, Aristóteles, pasando por Santo Tomas de Aquino, Locke, Kant, y más recientemente Fichte, Sartre, y otros no menos trascendentes, han conferido al mundo filosófico y científico importantes teorías y conceptos para entender al mundo, al ser humano y la naturaleza Entre ellos, puedo mencionar la lucha de ideas desatada entre el idealismo y materialismo ampliamente utilizada y comentada para comprender la razón del sujeto y objeto.
En ese orden de ideas (Ríos, 2007), citando a Farrater menciona lo siguiente:

Se llama “idealismo” a toda doctrina – y a veces simplemente a toda actitud según la cual lo mas fundamental, y aquello a lo cual se supone que deben dirigirse las acciones humanas, son los ideales (realizables o no, pero casi siempre imaginados como realizables). (p. 132)
En ese sentido, el idealismo tiende a confundirse del realismo, sin embargo, el idealismo se desarrolla de acuerdo a las percepciones del individuo. Mientras que el realismo (Ríos Ob. Cit),

...como la doctrina – y a veces simplemente a toda actitud según la cual lo mas fundamental, y aquello a lo cual se supone que deben dirigirse las acciones humanas, sol las realidades (las duras realidades los hechos contantes y sonantes. (p. 132)
Entonces, esta visión o manera de concebir la realidad nos guía a una dimensión distinta de ver las realidades y un modo de alcanzar la verdad a la luz del conocimiento científico. De allí que Kant consideraba que los principios básicos de la ciencia se basan en la estructura de la mente más que en el mundo externo.
Mientras que el materialismo por su parte se refiere a todo aquello palpable que contiene materia, lo cual solo es susceptible a los sentidos. Es por ello que sea entonces la materia la que engendra lo real y esa realidad material es la que se refleja en la conciencia.
A tales efectos, (Enciclopedia Encarta 2008), describe como:

Materialismo en la filosofía occidental, doctrina según la cual toda existencia se puede reducir a materia o a un atributo o efecto de la materialidad. Según esta doctrina, la materia es la última realidad y el fenómeno de la conciencia se explica por cambios fisicoquímicos en el sistema nervioso.
El materialismo ampliamente difundido y analizado sirvió de base para la formulación de los estudios de Marx y Engels en su teoría de estado y capital, lo que luego se constituyo como corriente utilizada por la política a nivel mundial.
Habiendo realizado tal distinción, se puede pensar que para llegar a sintetizar tales teorías a fin de darle un uso practico en la cotidianidad de la investigación, se hace necesario reducir a un orden de ideas menos complejas, pero que contribuyan al entendimiento de un microsistema para llegar luego al macrosistema. Esta práctica es lo que se conoce como reduccionismo, la cual intenta descomponer en unidades o partes pequeñas las cuales forman parte de un todo.
La contribución de Descartes en su método, sostiene que para resolver las dificultades es necesario dividirlas en tantas partes como sea posible. Lo que pone en evidencia la necesidad de reducir a fin de conseguir realidades que vislumbre la resolución de los conflictos generales.
Ahora bien, ¿por que idealismo y materialismo?, ¿como nos lleva esto a responder la pregunta inicial?
Taylor y Fayol por ejemplo, exponentes del pensamiento administrativo, estudiaron el comportamiento de las organizaciones en la sociedad y establecieron una forma de hacerlas mas productivas a raíz de sus estudios, los cuales consistían en la división y especialización del trabajo. Esto trajo como consecuencia una serie de esquemas organizacionales de trabajo que aun hoy en día persisten, tal es el caso de los organigramas, líneas de producción con sus especialistas, y ante todo la división del trabajo meramente operativo del administrativo.
Se hizo evidente un reduccionismo organizacional a partir de una visión general de empresa u organización que comenzó con la revolución industrial como una necesidad de masificar la industria.
Esta especialización del trabajo cada vez se ha hecho mas aguda, a tal punto de hablar de gerencia, como una forma de articular los recursos de manera de que fuesen mas eficientes. Sin embargo, el mundo nunca deja de sorprendernos ya que la evolución del conocimiento es exponencial, y se hace necesario seguir investigando a objeto de satisfacer la necesidad del cuando, como, donde y por que de las cosas.
En ese sentido, la gerencia es una necesidad organizacional la cual debe seguir siendo analizada y estudiada. Esto me lleva a la siguiente interrogante: ¿es necesario que la gerencia se entregue al reduccionismo para dilucidar sus fallas y debilidades a fin de esclarecer que tipo de gerencia debe practicarse en el próximo siglo? O si por el contrario, ¿es necesario resolver la interrogante con una visión integral que permita el análisis de todos los factores en su conjunto?
Para ello me permito citar a (Domínguez 2007), en lo siguiente:

La visión imperante acerca de la percepción sobre la realidad se ha vuelto estrecha e inadecuada. Esta manera de percibir la realidad constituye seguramente la crisis primordial del mundo contemporáneo. Se aspira, de esa forma, reivindicar un enfoque integral sobre la realidad, una visión integradora y, desde esta orientación, intentar contribuir con una mejor comprensión y superación de los problemas asociados al conocimiento y el aprendizaje. (p. 23)
Lo señalado por Domínguez, considero que se acerca a lo que cualitativamente se trata de explicar, en este caso la gerencia del mundo actual, ya que allí confluyen una serie de elementos de tipo económicos, sociales, técnicos, culturales, los cuales coexisten, y es pertinente su abordaje desde el punto de vista integral, que no deje al azar la mas mínima influencia de acontecimientos que afectan el desarrollo de la organización.
REFERENCIAS

Domínguez, D. (2006). Teoría y Práctica Integral de la EducaciónBarquisimeto: Ministerio de la Cultura Fondo Editorial Buría.

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Ríos, J. (2007). Epistemología. Fundamentos Generales. Santafé de Bogotá, D.C.: Universidad Santo Tomas.