En el artículo
anterior observamos algunos criterios, en forma de principios, para abordar la
gerencia de manera responsable, sin embargo, eso no lo es todo ya que la
gerencia empresarial condensa una gama de disciplinas que agregan valor a su
ejecución, es por ello que es multidisciplinaria.
En este artículo
revisaremos un poco lo que se requiere para gerenciar desde el método duro
(aptitudes), que es el que deriva de los estudios y análisis académicos, ya que
si bien es cierto que la gerencia requiere de métodos blandos (actitudes),
también es cierto que requiere en gran medida de los esquemas y métodos desarrollados
por especialistas.
La gerencia actual
cuenta con un sinfín de técnicas que posibilitan un desempeño virtuoso y
experiencia valiosa que denota éxito en el que desarrolla o gestiona la
empresa, sin embargo, la gerencia como cualquier otra disciplina requiere de
cuidado, dedicación y sobre todo agudeza en los diagnósticos para auscultar,
cual medico especialista, y comprender las necesidades de su organización.
Gerenciar en
tiempos como los actuales no es sencillo y compromete la capacidad del que
tiene la responsabilidad de las riendas de la empresa. Ante esta situación es
preciso preguntarse si se cuenta con la potencialidad necesaria para
desarrollar la administración de la empresa tomando en consideración todos los
procesos inherentes al negocio.
Voy a tomar una
alegoría para esbozar un poco lo que pasa en estos casos. El caso de la
automedicación, si, nuestra cultura refiere que para cada molestia en el orden
de lo biológico, automáticamente creemos saber cual es la solución o el remedio
y asumimos, por experiencia propia o ajena el remedio para mi mal. Cuando
incurrimos a esta práctica puede ser que atinemos y en otras no tanto, mientras,
ponemos en riesgo nuestra salud.
Lo mismo pasa con
las empresas cuando comienzan, cuando son pequeñas o familiares, el emprendedor
por obligación debe hacer frente a todo o casi todo para hacer funcionar su
negocio, sin embargo, con el tiempo comienzan las dolencias y se pone de
manifiesto la necesidad de organizarlo todo para que fluya sin contratiempo las
operaciones del negocio.
Desde allí
comenzamos a preguntarnos: ¿Por que no logro que las cosas se organicen?, ¿Por
qué debo andar todo el tiempo apagando fuegos?, ¿Cómo sé cual es la estrategia
necesaria para abordar con éxito los próximos cinco años?, ¿Puedo separar las
finanzas personales de las de mi negocio?, ¿Estamos haciendo lo correcto en
términos administrativos y operativos?, etc., etc.
Para gerenciar o
administrar un negocio o empresa, es necesario atender los siguientes aspectos
a fin de ejercer integralmente una sana gestión empresarial:
1.- Gestión
financiera: Requiere de conocimientos en materia de
finanzas, sus principios y métodos que hagan viable el conocimiento interno de
los recursos financieros y la aplicación de éstos en toda la gestión de la
empresa. No solamente es llevar una contabilidad apegada a los requerimientos
legales, sino, el manejo oportuno y eficiente de la información que sirva a la
gerencia para tomar decisiones y poder trazar el rumbo de la empresa,
minimizando así la incertidumbre y la prueba metodológica del ensayo y error,
que suele ser muy costosa.
2.- Gestión de los procesos internos: Se refiere al conocimiento de los diseños estructurales
administrativos y operativos necesarios para funcionar de manera eficiente,
efectiva y eficaz. Desde luego que un buen diseño distributivo de las operaciones
y funciones de las diferentes dependencias o departamentos así como del
personal, es estratégico para el buen desempeño y gestión organizacional, tanto
interna como externamente, lo cual refleja un cierto matiz cultural que denota
prestancia en el quehacer de la empresa.
Los procesos
internos deben considerarse estratégicamente en su totalidad, como por ejemplo:
ventas, logística, distribución, mercadeo, administración, calidad, mercadeo,
etc., jamás perdiendo la visión holística e integral de la cosa, en otras
palabras, las decisiones que se tomen para un área en especifico, seguramente
estarán afectando a otras.
3.- Gestión de la gente: A las
personas que laboran en una organización no se les debe ver como recursos, son
personas con necesidades, ambiciones, intereses, sueños, deseos de superación,
etc., que forman parte de una organización con metas, objetivos y estrategias
muy particulares. Es por ello que es necesario asumir un liderazgo que permita
a las personas conocer e integrarse con esa visión que tiene el empresario de
su negocio, de esta manera es posible que consiga la identificación espontanea
con el propósito de la empresa.
Adicionalmente,
conocer a la gente y apoyarlas a alcanzarlas sus metas profesionales y
laborales, indudablemente que otorga a la gerencia confianza y compromiso de
sus colaboradores al influir responsablemente en el orden de lo social.
4.- Gestión de los clientes: Los
clientes son el objetivo primordial de las acciones emprendidas en la empresa o
negocio, es imperioso mantener una estrategia permanente y contundente hacia la
conquista y mantenimiento de los clientes. Para ello, contar con un equipo de
ventas y mercadeo que alineado con los objetivos estratégicos de la
organización, logre capitalizar las fortalezas de toda la organización y convierta
cada estrategia en acciones claras de una cultura con vocación de servicio y
compromiso hacia el cliente.
El actual ambiente
donde se desarrollan las actividades empresariales y comerciales obliga en gran
medida a que se revise todo el sistema de creencias, paradigmas, costumbres,
patrones y esquemas de hacer las cosas, que hasta no hace mucho tiempo se
venían haciendo. La realidad es otra, y requiere de un esfuerzo por parte de
todos los actores que hacen vida social en lo empresarial y lo comercial.
Considero que es
una oportunidad para crecer, para aprender, para abordar desde la conciencia,
acciones que contribuyan a la excelencia, a lo colectivo, a la satisfacción de
haber sido parte de las soluciones, al reconocimiento del otro.
Gerenciar es una tarea estratégica en lo comercial,
metodológica en lo industrial, consecuente en lo gubernamental, profesional en
su accionar e influyente en lo social, por ello no es tarea fácil y reclama un
compromiso serio y responsable.
Por: Concepción Sira López
Septiembre, 2011