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miércoles, 2 de febrero de 2011

Ética y Gerencia

Sobre el tema de la ética en la gerencia hay mucho que decir. Quiero hacer referencia en esta oportunidad a un articulo publicado recientemente por prensa regional con titulo "Nuestro pobre individualismo" por Juan Carlos Aptiz, donde señala el individualismo anárquico el cual se centra en los deseos personales y los derechos individuales sin tomar en cuanta las obligaciones y deberes ciudadanos. Creo oportuno, a propósito del momento histórico donde nos encontramos, destacar un desbordamiento incontrolado y abusivo del YO el cual hace su peor función en nuestra sociedad. Sin embargo, mi intención es ubicar en el plano gerencial esta conducta o manifestación espontanea del súper-ego de muchas personas que tienen bajo su responsabilidad el futuro familiar, profesional y personal de muchas tantas otras, sin menospreciar los recursos financieros y materiales.


Así mismo cuando observamos el papel de la responsabilidad social, como un ejercicio praxológico que responde al plano de lo ético, me ubico en lo que Víctor Guedez menciona sobre la característica principal de nuestro contexto el cual se expresa como un momento de indiferencia e indiferenciación, en donde la indiferencia por el otro se hace evidente y la indiferenciación en no saber que es bueno y que es malo.


Esto me trae a pensar sobre la responsabilidad que posee el papel del gerente en la sociedad, su influencia e impacto y el ejercicio de ese súper-ego del cual muchos son victimas. El gerente en su actuación debe hacer uso de habilidades que le permitan accionar hacia una búsqueda de soluciones, resultados positivos y métodos de trabajo eficientes y efectivos, sin embargo, me pregunto, realmente estos se hace?, el gerente Venezolano aborda con criterio sus funciones?, siempre se escribe sobre lo que se quiere, sobre la dotación mínima que debe poseer un gerente, sobre los gerentes exitosos, sería interesante abrir un espacio para tratar este tema, por una simple razón, las organizaciones constituyen un ámbito para la concentración no solo de conocimiento y generación de riquezas, sino de educación y la educación es un proceso donde se transmite también valores y costumbres.


En ese sentido, pareciera entonces que inexorablemente el pragmatismo exacerbado determina la gerencia, y en ese caudal de circunstancias complejas tendentes a lograr una meta, objetivo o deseo, el gerente se ve envuelto en una suerte de gestor por complacencia, mas que un administrador calificado, lo cual otorga al gerente un bastión transformacional en su ámbito de influencia. De allí que no hace falta entonces que tal administrador calificado haga acto de presencia, la inmediatez con que las transacciones comerciales se desarrollan no dejan cabida para la reflexión, para la duda, para la búsqueda de métodos mas cónsonos con un contexto mucho mas humano, mas sensible al otro, mucho mas clemente con el ambiente y con la sociedad. Se rompen ciertas reglas éticas y con el tiempo se asumen como validas. El pragmatismo exacerbado indica que no importan los medios, importa el fin.


La inmediatez, la urgencia y la necesidad de cumplir las metas, transforman al hombre (trabajador) en un ser autómata, una maquina que debe generar resultados y más resultados, sopena de quedar rezagado en una especie de limbo empresarial, en el olvido e indiferencia de la gerencia, detrás del dedo acusador del líder exitoso que anota en lista negra los desaciertos para pasar factura mas tarde. Sin lugar a dudas, dicha práctica sugiere una exclusión que genera cansancio por agotamiento mental y físico, y esa permanente competencia deriva en lo que el Profesor Dr. Ibar Varas apunta como insolidaridad e individualismo.


Insolidaridad e individualismo, anti valor social con la que debe lidiar la gerencia y transformarla positivamente para canalizar esfuerzos, sin embargo, pareciera que hoy mas que nunca es su mejor aliada, ciertamente no totalmente, pero si generalizada. El gerente hoy más que nunca se cuida de ese pobre individualismo del que mencionamos al principio y termina sumido en su propio individualismo mas grave aún, generador de angustias, miedos, fracasos, desatinos gerenciales y administrativos, de procesos, financieros, entre otros, lo cual podría tener su causa en un comportamiento consciente expresado por temores e incapacidades que conllevan al gerente a no poder estructurar las funciones básicas de la administración y de la gerencia.


Tema este que pareciera poder ser tratado desde el punto de vista ético, desde lo axiológico cuando se trasgrede los valores fundamentales para el buen vivir y deontológico cuando no se ejercen funciones esenciales, esto si vemos el ejercicio gerencial como una profesión relevante y transformacional en el ámbito de lo social.


Pienso que el tema de la responsabilidad social, la gerencia la ha limitado a ciertos aspectos que tienen que ver con el ornamento de los espacios cercanos a las organizaciones, en la coordinación de deportes, en la contratación de personal discapacitado, esto va muy bien, toda vez que algunas de ellas se encuentran normadas gubernamentalmente, pero la responsabilidad social debe ir mas allá, el desenvolvimiento y ejecución de la gerencia en el trato y consideración de la gente que dinamiza y da vida a las organizaciones, lógicamente que para que esto suceda debe observarse un desempeño de ambas partes (Empresa-Trabajador). En fin, en la construcción de un contexto idóneo, en los lugares donde se labora se pasa la mayor parte del tiempo, entonces, por que no hacer del lugar de trabajo un ambiente humanizado?, por que no hacer de las relaciones humanas una oportunidad para la interacción sincera y abierta a la fraternidad?, por que no hacer de los equipos de trabajo, familias?, por que no dar la oportunidad al aprendizaje constante y no a la indiferencia y consecuente despido, podríamos enumerarlas si quisiéramos, pero creo que la idea queda clara.


La responsabilidad social empresarial es una excelente respuesta para atacar desde la ética el individualismo e insolidaridad, así como otros aspectos contrarios al buen y mucho mas conveniente ejercicio de la gerencia, sin embargo, debe reflexionarse aún mas, debe mirarse desde una óptica humana, debe accionarse desde la sinceridad, desde la aceptación y reconocimiento de las condiciones del otro, creo que es una tarea un poco difícil pero no imposible. Es una responsabilidad primaria que tiene el gerente la cual que se ha ido fraguando con el tiempo, responsabilidad que queda subyugada a la complejidad material de nuestros días, la cual es preciso y posible recuperar por el bien de la humanidad.

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